Echo de menos a esa persona que me alegraba cada segundo del día. Era hablar con él, desahogarme, y que sus consejos me dieran la fuerza que necesitaba. Me hacía aislarme de todos mis problemas. Ya no recuerdo esa sensación de felicidad. Ya no recuerdo haber sonreído tanto en mi vida.
Sinceramente, no sé porqué me siento tan increíblemente vacía. Pero es así...
Espero que esta sensación vaya desapareciendo.
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